sábado, 16 de abril de 2016

El ser oculto

Siempre uno se encuentra con su otro lado. Si damos más referencias sobre este tema, les aclaro que es una personalidad que está escondido entre nosotros. Por nuestro bien es preferible que ese lado se quede totalmente dormido. Sea el asunto la interrogante a este episodio parece algo fuera de lo común. Si hacemos un poco de historia, la máscara representa lo oculto del ser humano, algo que por naturaleza no es bien concebido. Ha estado entre nosotros y nos ha ayudado en infinidades de oportunidades. Deben tener en cuenta que la máscara nos hace personas de mucho abolengo y que su final no te lo generan sino es el fatídico fin de una trayectoria amplia. Solo un mago es capaz de sacarse su propia máscara sabiendo de las atrocidades que a veces la existencia humana nos pone a prueba. Apareció por vez primera en 1933 en Norteamérica, un luchador con un raro tipo de antifaz. La famosa máscara lo usan hasta la actualidad algunos gladiadores, ocultando tal vez por pudor alguna personalidad que no es bien vista en el mundo. Si se hace un recuento de cuantas máscaras he visto hasta la actualidad, sin duda son varios los tipos y colores que nos ponen en escena, de repente por ahí uno acoge simpatía a un ser que aparentemente te negará si quieres saber quién es él. En estos momentos no por ser aficionado, pero un nombre que me viene a la mente de una manera fría es el apodado la maravilla enmascarada, no sé en realidad cuál es el nombre de tal personaje en cuestión, pero tengo informado que fue un mexicano de categoría. Se agregaron otros nombres que siguieron el mito. La máscara causaba furor con el misterio de sus luchadores, sus lances y estilos encontrados. A ellos se les atribuían fuerzas y poderes especiales, una ola de misterios y rumores que enmarcaban las personalidades de cada uno. La magia comenzaba a tejerse entonces. Son cientos o miles quizás los que han portado una máscara sobre el rostro, pero pocos, muy pocos se convirtieron en leyenda. Si les pongo otro ejemplo de máscara dirán que es otro controvertido gladiador de las arenas, no precisamente es un gladiador, pero si hacemos un poco de conciencia, a los gladiadores se les llamaban así porque sabían pelear y eso sí se desenlaza en nuestra era. En el singular de los casos la máscara lo llevaban luchadores como también maleantes, personas armadas que utilizaban el antifaz para realizar alguna fechoría. Ahora nos vemos en un caso totalmente desconocido y también porqué no llamarlo innovador. La máscara que me ha sorprendido y que no quería revelar en este espacio, no precisamente los lleva personas de fuerza y osadía, sino personas con cierto intelecto, no precisamente es un mago que cambia el estereotipo de la visión sobre lo acontecido. Las máscaras además de tener diferentes formas de tamaños y colores también tienen diferentes identidades, diferentes tintes matizados con propósitos emergentes. No es un simple maquillaje, no es un adorno la cual no desea ser visto con ojos de obispo, al contrario, representa lo que actualmente la mente humana no apuesta a revelar, no sentirse menos que los demás por un simple error. Esto de las máscaras y sus diferentes tipos resulta la inspiración de otros seres que desde luego han tenido trayectoria y han simbolizado la magia que ha durado hasta nuestros tiempos. Si hablamos de una máscara fantasmagórica, el concepto sobre este gusto no caería con la simpatía de la gente. Lo que queda por decir de las máscaras, ya sobra, pues sabemos que las pocas que quedan con verdadero valor, lo tendrán personas con espíritus resonantes anunciando sin negar alguna melodía algo inestable y desde luego agregarle un verdadero acabado de linaje. Lo interesante de esto es ver si renace el valor de esta prenda mágica, impregnada de misterio y poder sobrenatural, una joya deportiva al simple paso. La máscara más hermosa es la máscara encontrada en el camino. Una máscara que todos podemos tener si nos atrevemos a usarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todo oido.